A pesar de la reciente imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos al sector automotriz, así como al acero y al aluminio, Nuevo León se perfila como uno de los estados menos afectados por estas medidas. Esto se debe a la fortaleza de su economía, su cercanía con el mercado estadounidense y su papel clave en el fenómeno del nearshoring, de acuerdo con el economista Jorge Omar Moreno Treviño, profesor investigador de la Facultad de Economía de la UANL.

En entrevista con El Economista, el especialista explicó que las condiciones estructurales del estado permiten mitigar los efectos adversos de los aranceles:

“Somos una economía fuerte dentro de México, con una ubicación geográfica privilegiada y un capital humano que nos coloca estratégicamente para seguir atrayendo inversión”, señaló Moreno Treviño.

Además, destacó que los recientes anuncios de inversión del gobernador Samuel García, que incluyen proyectos con firmas internacionales como Volvo, Rhenus Automotive y KUKA Robotics, contribuyen a reforzar la certidumbre económica y a proyectar al estado como un hub industrial de clase mundial.

No obstante, advirtió que el futuro de estas inversiones dependerá de la capacidad del estado para brindar seguridad jurídica, infraestructura competitiva y estabilidad financiera, elementos fundamentales para contrarrestar la incertidumbre generada a nivel global.

“La volatilidad internacional podría traducirse en mayores tasas de interés, lo cual afecta la rentabilidad de los proyectos de inversión. Por eso es fundamental que el estado ofrezca condiciones relativamente más atractivas que el resto del país”, concluyó.

Con este panorama, Nuevo León se consolida como un punto clave para la atracción de capital en América del Norte, incluso en un entorno de tensiones comerciales, lo que confirma su resiliencia y potencial económico frente a los desafíos globales.

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