Las lluvias en Nuevo León se han intensificado desde la tormenta Alberto, acumulando 104.7 mm de agua en las últimas cinco semanas, equivalente al 20% de la precipitación anual promedio.
El gerente de Agua y Drenaje, Doroteo Treviño, advirtió que la saturación del suelo está provocando encharcamientos y corrientes de agua con cada nueva lluvia, debido al exceso de humedad en el subsuelo. Los ríos, arroyos y calles presentan escurrimientos constantes.
Las autoridades prevén que las lluvias continúen durante septiembre, con pronósticos de aguaceros intensos debido a varios sistemas climáticos, lo que mantendrá las presas y mantos acuíferos llenos.