La posible clausura de la refinería de Cadereyta, en Nuevo León, podría implicar costos que superan los gastos asociados al cierre de otras instalaciones similares, según expertos consultados.
Documentos y análisis sugieren que el proceso de cierre de la refinería podría exceder los 3,500 millones de dólares, superando los desembolsos realizados para clausurar refinerías como Filadelfia Energy Solutions en Estados Unidos y Azcapotzalco en la Ciudad de México.
El analista energético Ramses Pech destacó la importancia estratégica de Cadereyta en la matriz energética nacional, subrayando su papel crucial en la producción y suministro de energía en México.
El cierre de esta refinería no solo representaría un impacto económico significativo, sino también una pérdida de empleos directos e indirectos vinculados a su operación.
Ante este escenario, se plantea la necesidad de un debate amplio y riguroso sobre el futuro de la refinería de Cadereyta, considerando tanto sus implicaciones económicas como ambientales y sociales.